La mortandad de peces que se registró en el lago que está al pie de la represa de El Diquesito, en Batiruana, no tiene antecedentes en el sur tucumano. Son cientos de miles de bagres, sábalos y dorados, entre otras especies, que formaron una especie de marea blanca que, en estado de putrefacción, envuelve en olores insoportables a las comunidades cercanas.
El desastre se desencadenó luego de que la central hidroeléctrica cortara el paso de la corriente que va hacia El Diquesito. El cierre de las compuertas del dique Escaba se habría producido a causa de la sequía que castiga la provincia desde hace tiempo. Sin embargo, algunas versiones señalan que podría deberse a algunos trabajos de mantenimiento.
La concejala de Alberdi, Cármen Teresa Ruiu, pidió a la justicia que investigue el caso ya que considera que la tremenda mortandad de cardúmenes pudo evitarse.
En ese mismo sentido se pronunció la comisionada comunal de El Corralito-Batiruana, Graciela Maidana. "Hubo una mala administración del agua o una imprevisión sobre las consecuencias que iba a tener el cierre de la represa. Ahora la fauna ictícola de esta zona quedó diezmada y mucha gente sin un recurso alimenticio y económico que era esencial para sus hogares" dijo la funcionaria. LA GACETA